Madre luchadora...
Ignacio gana primera batalla a la hemofilia Será sometido a exámenes para conocer estado actual de sus inhibidores
A sus cuatro años, el pequeño Ignacio Egaña permanece ajeno a la grave enfermedad que lo afecta. Sólo el extremo cuidado de sus padres y el hecho de que los juguetes preferidos del menor simulen elementos médicos, permite imaginar al verlo los grandes esfuerzos hechos por su familia para luchar contra las complicaciones de su hemofilia.
Pero la jornada de ayer no fue de ningún modo tranquila para sus padres Anita Ordenes y Luis Egaña, quienes con alegría se enteraron que el Ministerio de Salud había aceptado cubrir los gastos del tratamiento que requiere el menor, los que bordean la inalcanzable cifra para un presupuesto familiar de 100 millones de pesos.
Y su satisfacción es plenamente justificada, ya que se trata de una carrera por la vida. Al pequeño Ignacio se le descubrió la enfermedad a los siete meses. Hasta cerca de los dos años y medio su tratamiento siguió sin problemas, cubierto por el Plan Auge.
No obstante, a esa edad sufrió una caída que le causó un fuerte golpe en la cabeza, lo que obligó a su hospitalización por alrededor de un mes.
Lamentablemente, en ese lapso su organismo generó inhibidores (anticuerpos) que anulan el efecto de los fármacos específicos para la hemofilia. De hecho, cualquier terapia se verá neutralizada por estos inhibidores, cuya remoción significa el tratamiento que cuesta los 100 millones de pesos y que hasta ahora no se encontraba cubierto por el Plan Auge.
emoción
Eso, hasta ayer, cuando el director del Servicio de Salud de Antofagasta (SSA), Rodrigo Alarcón, comunicó a sus aliviados padres que el ministerio cubriría los gastos.
"Esta es una noticia que nos emociona mucho, porque fue una lucha de hace varios meses, sin saber que esto no estaba en el Auge... y eso fue fuerte, sobre todo por ser un tratamiento tan caro y de un año de duración", expresó la madre del menor.
Recordó que la familia inició una serie de actividades para juntar los fondos mínimos que les exigían para iniciar los procedimientos. Recolectaron materiales reciclables (latas, papeles) e hicieron bingos, rifas y peñas.
"Que ahora, después de un mes, nos digan que va a ser cubierto su tratamiento, es algo maravilloso", dijo.
DESAFÍO
El padre, Luis Egaña, dijo tener sentimientos encontrados al enterarse de las buenas nuevas. Felicidad, por una parte, pero también de desafío por lo que se viene hacia adelante.
"Queremos agradecer a toda la gente que nos apoyó en la campaña, muchos de los cuales no nos conocían, la familia, amigos, particulares, empresas y hasta políticos", destacaron.
Para iniciar el tratamiento, el pequeño Ignacio debe ser sometido a exámenes para establecer el estado actual de sus inhibidores, en un proceso que se realiza en Santiago.
A sus cuatro años, el pequeño Ignacio Egaña permanece ajeno a la grave enfermedad que lo afecta. Sólo el extremo cuidado de sus padres y el hecho de que los juguetes preferidos del menor simulen elementos médicos, permite imaginar al verlo los grandes esfuerzos hechos por su familia para luchar contra las complicaciones de su hemofilia.
Pero la jornada de ayer no fue de ningún modo tranquila para sus padres Anita Ordenes y Luis Egaña, quienes con alegría se enteraron que el Ministerio de Salud había aceptado cubrir los gastos del tratamiento que requiere el menor, los que bordean la inalcanzable cifra para un presupuesto familiar de 100 millones de pesos.
Y su satisfacción es plenamente justificada, ya que se trata de una carrera por la vida. Al pequeño Ignacio se le descubrió la enfermedad a los siete meses. Hasta cerca de los dos años y medio su tratamiento siguió sin problemas, cubierto por el Plan Auge.
No obstante, a esa edad sufrió una caída que le causó un fuerte golpe en la cabeza, lo que obligó a su hospitalización por alrededor de un mes.
Lamentablemente, en ese lapso su organismo generó inhibidores (anticuerpos) que anulan el efecto de los fármacos específicos para la hemofilia. De hecho, cualquier terapia se verá neutralizada por estos inhibidores, cuya remoción significa el tratamiento que cuesta los 100 millones de pesos y que hasta ahora no se encontraba cubierto por el Plan Auge.
emoción
Eso, hasta ayer, cuando el director del Servicio de Salud de Antofagasta (SSA), Rodrigo Alarcón, comunicó a sus aliviados padres que el ministerio cubriría los gastos.
"Esta es una noticia que nos emociona mucho, porque fue una lucha de hace varios meses, sin saber que esto no estaba en el Auge... y eso fue fuerte, sobre todo por ser un tratamiento tan caro y de un año de duración", expresó la madre del menor.
Recordó que la familia inició una serie de actividades para juntar los fondos mínimos que les exigían para iniciar los procedimientos. Recolectaron materiales reciclables (latas, papeles) e hicieron bingos, rifas y peñas.
"Que ahora, después de un mes, nos digan que va a ser cubierto su tratamiento, es algo maravilloso", dijo.
DESAFÍO
El padre, Luis Egaña, dijo tener sentimientos encontrados al enterarse de las buenas nuevas. Felicidad, por una parte, pero también de desafío por lo que se viene hacia adelante.
"Queremos agradecer a toda la gente que nos apoyó en la campaña, muchos de los cuales no nos conocían, la familia, amigos, particulares, empresas y hasta políticos", destacaron.
Para iniciar el tratamiento, el pequeño Ignacio debe ser sometido a exámenes para establecer el estado actual de sus inhibidores, en un proceso que se realiza en Santiago.
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